Hace algunas semanas, la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich había advertido que Tucumán y Santiago del Estero se encuentran en un segundo cordón de ingreso de la droga, detrás de las zonas de frontera. LA GACETA le preguntó si esto significa que la provincia está considerada como una zona roja, pero la respuesta fue ambigua. “Este es un lugar estratégico por el que pasa toda la droga, y hay que cuidarlo mucho”, deslizó.
Sin embargo, Bullrich sí se explayó sobre el plan de lucha contra los vuelos narco, una de las formas en que suele llegar la droga desde Bolivia y Paraguay a esta región: “Pusimos todos los radares 24 horas, cuando antes los usaban seis. Además, estamos mudando unos radares más bajos, de tierra, a la zona de frontera. El problema que tenemos es que ya hay este tipo de aparatos, pero no captan vuelos de menos de 3.000 pies y los narcos viajan de forma rasante. Con estos nuevos radares, los vamos a poder ubicar. Además, se están colocando cuatro puntos de frontera con alta tecnología en La Quiaca, Salvador Mazza, Aguas Blancas y Puerto Iguazú, donde vamos a tener drones, aviones especiales, radares”.
Falta de recursos
Pese a la promesa de todo ese despliegue, la ministra admitió que los recursos escasean. Lo dijo cuando se le consultó sobre las declaraciones del juez federal Ricardo Sanjuán, en las que pidió una alcaldía federal para Tucumán. “No tengo ningún problema en conversar con el doctor Sanjuán. Falta presupuesto en todos lados y también lugares de alojamiento de presos. Lo que no puede faltar es la voluntad de trabajo. Un funcionario tiene que hacer con lo que tiene, no con lo que quisiera tener. Nosotros no tenemos más cosas que el gobierno anterior, tenemos más voluntad y no tenemos complicidad. Y lo notamos en los jueces. Ahora nos vienen a buscar para trabajar contra el narcotráfico porque se puede”, respondió. En ese sentido, aclaró que es necesario manejar de la mejor manera los recursos, evitar la corrupción y el pago de sobreprecios en la obra pública para poder tener más elementos en la lucha antidrogas.
Sin embargo, poco después admitió la necesidad de una cárcel federal en Tucumán. “Le tendría que preguntar al ministro (Germán) Garavano, pero con el nivel de aumento de las fuerzas federales, hemos aumentado la población carcelaria en un 22 % en todo el país. Necesitamos, sin dudas, más cárceles. Hemos logrado los decomisos más importantes de la historia del país, la desestructuración de las bandas, les sacamos los bienes. Hemos llegado a las 200 millones de dosis de marihuana incautadas y aumentamos en 1800 % el decomiso de pastillas. Le estamos dando duro a los narcos, a la violencia, al intento de dominio territorial entre bandas, a las empresas que son pantallas”, enumeró.
La inseguridad
Pese a que gran parte de la conferencia giró alrededor de las drogas y el narcotráfico, a Bullrich también se le preguntó por la inseguridad que vive el país, y en particular Tucumán. La ministra no habló demasiado del tema: señaló que las cifras daban cuenta de una mejora en ese aspecto, y luego decidió trasladar la respuesta al Secretario de Seguridad Interior, Gerardo Millman, que compartía la mesa.
“Las estadísticas habían sido suprimidas (durante el kirchnerismo). Pudimos recuperar mucho. Detrás de cada número hay una familia, una víctima, y contarle una historia a partir de estadísticas a ellos podría ser insensible; sin embargo para poder tomar decisiones, esa información es muy necesaria. Y en 2016 hubo una baja del 9,1 % en homicidios. Son 232 víctimas menos que en estadísticas anteriores”, advirtió Millman.